“Venezuela está en un proceso de parto de la democracia. Como todo parto, será doloroso y sangriento”, afirmó Myriam Osteicochea, venezolana de 49 años que vive, desde hace 17 años, en Concepción. Como ella miles de venezolanos se encuentran residiendo en Tucumán con la esperanza de poder enviar algo de dinero para los familiares que aún no han podido abandonar el país. Todos ellos indagan acerca de lo que ocurre en Venezuela, minuto a minuto.
Hace pocos días el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se declaró presidente interino de Venezuela, acción que el presidente en turno, Nicolás Maduro, desconoció completamente. Por detrás de ellos, diversos países los apoyan.
“Es muy difícil que el gobierno de Maduro subsista ya que tiene muy poco reconocimiento internacional, un elemento esencial en la conformación de cualquier Estado. Su régimen está totalmente acorralado. Este es un momento idóneo para que, si la oposición actúa inteligentemente, se produzca un cambio real en el país y que sea vuelva un régimen democrático. No será algo fácil, es un proceso arduo y sumamente complejo, pero es el inicio de un cambio”, opinó José Carbonell, venezolano estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad San Pablo de Tucumán. El, junto a su padre y madre, se encuentra residiendo en Tucumán hace 9 años.
Antonio López, de 65 años, fue profesor de inglés durante 32 años en Venezuela y llegó el 5 de enero a Tucumán junto a su esposa e hija. No encontrar un trabajo, por el momento, no es la mayor pena para Antonio, sino haber tenido que dejar el país sin su hijo Álvaro, de 25 años. “Le robaron su documentación y le fue muy difícil recuperarla. Las instituciones públicas en mi país no ayudan. Venezuela está viviendo su peor crisis desde que tengo uso de razón. Tengo 65 años y nunca vi una crisis como la que se está viviendo actualmente”, afirmó.
Según el venezolano Jean Castillo, de 30 años, “Maduro no va a entregar el poder así de fácil”. Él, gracias a la ayuda de la tucumana María Fernanda Acosta, llegó la provincia para recaudar dinero suficiente para comprarle los medicamentos a su sobrina que sufre asperger y bipolaridad infantil. Pastillas que en su país “cuestan cuatro veces un salario mínimo”.
“A partir de este momento Venezuela solo tendrá cambios. Vamos a cambiar con el gobierno chavista que solo supo destruir todo lo lindo del país”, comentó Rafael Pinto, venezolano que desde 2011 trabaja como chef en la provincia.
Consultada acerca de la decisión de Guaidó de asumir las funciones de un presidente interino, Osteicochea lo consideró como un hombre oportuno, formado y prodigioso. “Su actuación es provisoria. Solo dará lugar a elecciones transparentes y libres con protección de los organismos veedores internacionales”, explicó.
Todos ellos coincidieron en que el punto clave de la situación venezolana será después de que se cumpla el plazo de 72 horas dispuesto por Maduro para que las autoridades diplomáticas norteamericanas abandonen el país. “Si así lo hicieran, significaría que Estados Unidos, que considera a Guaidó como única autoridad legítima, reconoce a Maduro. Si Maduro los sacara por la fuerza, estaría entrando a territorio norteamericano, y generaría la excusa perfecta para que intervenga”, agregó Carbonell.
“Como decimos en Venezuela, estamos en un juego troncado. Ya no hay retorno de esto. El primer movimiento definirá lo que va a ser el futuro del país”, sentenció Osteicochea.